Más de 300 años
Haber podido celebrar un tercer centenario de la Congregación (1696-1996) significa no sólo recordar y volvernos a repetir lo que sucedió sino situarnos ante la realidad de nuestra Congregación, de la Iglesia y del mundo. Hoy, cerca de los 325 años seguimos siendo artífices de nuestra historia.
¿Cómo nos situamos?
No es fácil responder a este interrogante. Podemos ser espectadoras o constructoras de la historia. La vida misma nos va ofreciendo oportunidades de vivencia, reflexión y oración para encontrar la respuesta. Ser espectadoras quiere decir “ver pasar”, mientras que ser constructoras supone "celebrar la historia y construir historia". Así pues, podemos hablar de historia y de Historia.
En la historia
La historia no va muy lejos, es el sencillo sucederse de los hechos día a día, año tras año. Cuentos, fábulas, historietas, pueden explicar, describir, este acontecer de hechos sin lograr desentrañar su sentido profundo. Se puede hacer de la vida una serie de anécdotas y esto tiene su interés. Podemos hablar de nuestro pasado glorioso. Referirnos a la historia como una cronología de hechos también puede ayudar en algunas ocasiones a establecer una sucesión en los mismos: primero, segundo, tercero... Se realiza la crónica de las acciones humanas en sentido riguroso, de tal manera que no se puede alterar el orden en el tiempo. Este estilo de historia está en relación directa con la apologética. Hacer el recuento cronológico de los hechos lleva a analizar los hechos-causa y los hechos-efecto. Se determinan hechos-origen y hechos-consecuencias. Es historia analítica o historia científica que da origen a la tesis-antítesis-síntesis. Se establecen teorías sucesivas en las cuales la vivencia humana es un hecho más causa o efecto de determinadas situaciones. Se plantean teorías y el acontecer humano es una teoría entre tantas otras, poco a poco se pierde el sentido y la razón de ser de nuestra existencia. Se puede caer en la fatalidad y la pasividad.
En la Historia
Es la historia humana como memorial. El acontecer humano tiene su sentido propio y peculiar: el acontecimiento desde donde construimos nuestro ser. Toda la existencia de la humanidad está orientada a un hecho significativo, desde el cual se construye la existencia: No hay hechos aislados y sin sentido, sino que son hechos secuenciales sin datos sueltos y con una pedagogía. No hay acciones externas al ser humano, sino acciones que lo construyen desde su propia realidad, desde su interior. No hay hipótesis y/o teorías, sino realidades en las cuales estamos implicados para dar una respuesta de cambio. No somos espectadores de la historia, no somos pasivos sino constructores de la humanidad.
La memoria de los pueblos nos establece en alianza profunda con los mismos y en un mismo acto somos capaces de traer al presente, para proyectarlo al futuro, todo el pasado, éste es raíz que engendra vida. ¡El futuro es hoy alimentado de la savia del pasado!. Hacer memoria es vivir y revivir, actualizar y recrear. Permite tejer la identidad de pueblo, de pueblo de Dios. Es hacer actual el hecho pasado. Yahveh nos ha sacado de la esclavitud... es hoy que lo está haciendo. La Pascua es el hoy del hecho salvífico. La identidad del pueblo de Dios se afirma en la memoria. No sólo se acuerda sino que celebra el hoy. Jesús hace lo mismo. Un pueblo sin memoria es un pueblo sin raíces. Actualmente, esta falta de raíces es una de las causas que provoca más deseperanza, depresión e incluso lleva al suicidio.
Cuando en un mismo acto el hombre es capaz de hacer del pasado savia que nutre, la vida irrumpe y celebra: memorial: hace actual un hecho pasado. Hace entrar en el hoy la obra eterna de Dios. Memorial es la capacidad de engendrar vida desde el Proyecto de Dios: “La gloria del hombre en Jesucristo”. Debemos aprender a leer los acontecimientos, ninguno está suelto, hacen que seamos lo que somos.
La Historia de un Carisma es:
- Una historia de Salvación.
- El Don del Espíritu que realiza la Salvación.
- Una Gracia concreta.
- La historia de personas que han sabido vivirlo y transmitirlo.
- La presencia de Dios en nuestro caminar.
- Fidelidad ininterrumpida y continuada.
Hacer memoria de nuestra historia es hacer memoria de la historia de Salvación.
Significación del hoy para cada una de nosotras:
- 1696: Marie Poussepin comienza a construir su casa.
- 1996 (300 años): Continua y hace actual la misma tarea de construcción.
- Hoy: Actualizamos la Obra de Dios. Debemos sentir nuestras raíces en función de la identidad. Proceso que exige nuestra fidelidad. El hoy siempre asusta. Tarea de hacer advenir el Reino.
Historia misionera de la Congregación
- El secreto de la actualidad misionera.
- Grandes etapas.
- Momentos de crisis y de crecimiento.
- ¿Cómo mirar los tres siglos de historia?
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¿Cuál es la misión, hoy?
El secreto de actualidad misionera
Toda la historia de la Congregación es una historia misionera. La Congregación nace para la misión y se renueva, revisa, en ella. También se evalúa y proyecta para la misión. El paso de Dourdan a Sainville es un acto fundador. Acto fundante que nace de la misericordia de toda acción apostólica. En cualquier movimiento misionero siempre hay movimiento, tensión, renuncia, ruptura. Es entrega a Dios y dedicación a los demás. Es leer con inteligencia el pasado y continuar.
Su originalidad consiste entre la relación de vida monástica y una vida apostólica. Hay una mirada prioritaria a Dios y al prójimo. La totalidad de vida se entrega a Dios (vida monástica) y al hombre (vida apostólica). O continuamos así o no seguimos el Carisma. Debemos tener: dimensión de estudio de Dios y disponibilidad total. Marie Poussepin responde a una doble estructuración que se vuelve una sola (vida monástica y apostólica en una). La vida en Sainville era armonizada: oración-contemplación, silencio, estudio, encuentro fraterno y actividad apostólica. La Hna. Dominica de la Presentación está en armonía en todos los puntos.
Al final del primer siglo de historia había 35 comunidades, en el segundo 100 en 5 países y hoy estamos en 36 países. Todo ha cambiado pero nada ha acabado con la unidad de la Congregación. Lo esencial permanece. La Obra permanece porque Marie Poussepin no se limita a las obras, la impulsa la salvación de los hombres, donde quiera que sean llamadas. Hace 300 años era una verdadera intuición profética. La necesidad de la Salvación, la construcción del ser humano no va a pasar.
La educación y la salud son las obras externas que surgen de nuestro carisma porque abarcan la totalidad del ser humano. La doble pasión por Dios y los hombres fundamenta la obra y la hace siempre actual. No se limita al tiempo y al lugar. Debemos continuar con el doble movimiento de fidelidad. La tradición y el hoy nos llevan a la respuesta misionera.
¿Carisma?
La Congregación es una Institución - seguimiento de Jesucristo - en comunidad fraterna - para la
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