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La primera comunidad dominicana femenina de vida apostólica

"No habiéndome reservado nada, no poseo nada" escribe Marie Poussepin en su último testamento. Dios la hace instrumento de la obra de la Providencia y ella acepta ser la servidora fiel y prudente de ese proyecto con la entrega incondicional de su vida y de sus posibilidades. Ahora, noventa años después de haber iniciado el camino de la vida, Marie vislumbra cercano el fin. En la profundidad de su fe, comprende que se acerca a la plenitud. Despojada, libre y serena, confía el gobierno de la comunidad a Agnès Revers y se entrega a la oración y al silencio. El Señor viene a buscarla en Sainville el 24 de enero de 1744, a la edad de 90 años, 3 meses y 10 días. A su muerte, Marie Poussepin deja sólidamente constituida la primera comunidad dominicana femenina de vida apostólica.