¿Cuál es nuestra misión?
Es la de servir, sin discriminación ni límite de tiempo, a quien necesita nuestra ayuda, pero dando la preferencia a los más pobres.
Todas las necesidades, dolores y esperanzas del ser humano caben en nuestro corazón y estimulan nuestro ingenio para darles una respuesta oportuna y eficaz, desde la creatividad del amor.
Asumimos la educación de niños y jóvenes en escuelas y universidades, centros de formación y capacitación, sin descuidar a sus padres y educadores a quienes brindamos orientación y acompañamiento. Mostramos caminos de desarrollo a los jóvenes y los ayudamos a avanzar por ellos. Salvaguardamos la vida y la salud del niño y del anciano, del minusválido y del rechazado socialmente. Nos ocupamos del que tiene hambre y del que no tiene techo; de la mujer discriminada, del hombre vulnerado en sus derechos. Visitamos a quien está en la cárcel, confortamos al que sufre, está solo, tiene condición de emigrante, desarraigado en tierra extraña…
Sabemos que si hemos encontrado gratuitamente el pozo de agua viva que es Jesús, nuestra misión no puede ser otra que la de contar, a todos los hombres y mujeres del mundo, las maravillas que ha obrado en nosotras y devolverles con nuestro servicio lo que de Él hemos recibido.
Por Hna. Myriam Botero