Día mundial contra la Trata
Enero 2019, Hna. María Dolores García M., Madrid.- El día 8 de febrero, fiesta de Santa Josefina Bakhita, se celebra la Jornada mundial de oración y reflexión contra la trata de personas. Cada año preparamos, en el Grupo Intereclesial contra la Trata, una vigilia de oración que se envía a las diócesis como posible material de base, que cada una puede adaptar de la forma que le parezca más adecuada.
Este año se edita por primera vez, desde la Conferencia Episcopal, una revista que incluye textos y orientaciones para la vigilia, reflexiones, testimonios y material para sensibilizarnos y sensibilizar en nuestro entorno sobre este comercio criminal de seres humanos, y sobre la actuación de la Iglesia frente a él.
Os compartimos un pequeño extracto de la Revista: cartel elaborado para la vigilia, texto sobre su significado y oración a Santa Josefina Bakhita. Para el día 8 os enviaremos por correo electrónico la revista completa para que esté a disposición de todas.
SOBRE LA IMAGEN
Te han reducido a casi nada, un ovillo en tu interior, un ovillo de dolor, oscuridad y silencio. Pero en algún lugar dentro de ti, una chispa de luz sigue viva, soñando, imaginando, quiere moverse, vivir de verdad. Alza un poco la espalda, ladea la cabeza, entreabre los ojos: hay una tenue esperanza, un poco de luz, ruido de vida, un aire tibio, como una calma que pacifica el alma. Abre los ojos, alguien te devuelve la mirada, una sonrisa, voces que no insultan, ni ningunean, ni ordenan.
Tu chispa de luz crece, toma el color del sol. Y te levantas, alzas la cabeza, puedes hablar, soñar, caminar libre, reír. La sombra sigue ahí, y el dolor, y la humillación, y el silencio, pero por encima de todo eso está tu corazón lleno de vida, tu cuerpo erguido, de persona libre, que empieza a recobrar la seguridad en la relación con los demás y a cantar al cielo. Es tu triunfo y el triunfo de todos, porque para eso caminamos contigo.
JUNTOS CONTRA LA TRATA
ORACIÓN A SANTA JOSEFINA BAKHITA
Santa Josefina Bakhita, de niña fuiste vendida como esclava y tuviste que enfrentar dificultades y sufrimientos indecibles.
Una vez liberada de tu esclavitud física, encontraste la verdadera redención en el encuentro con Cristo y su Iglesia.
Ayuda a todos aquellos que están atrapados en la esclavitud. En su nombre, intercede ante el Dios de la misericordia, de modo que las cadenas de su cautiverio puedan romperse.
Que Dios mismo pueda liberar a todos los que han sido amenazados, heridos o maltratados por la trata y el tráfico de seres humanos. Lleva consuelo a aquellos que sobreviven a esta esclavitud y enséñales a ver a Jesús como modelo de fe y esperanza, para que puedan sanar sus propias heridas.
Te suplicamos que intercedas por todos nosotros para que no caigamos en la indiferencia, para que abramos los ojos y podamos mirar las miserias y las heridas de tantos hermanos y hermanas privados de su dignidad y de su libertad y escuchar su grito de ayuda. Amén. (Papa Francisco)
